Dove y su campañas hacia la belleza real
Dove ha encontrado la línea a seguir en su publicidad comercial. Ya quedaron atrás los años en los que la publicidad solo pretendía vender el producto. Aún siguen siendo pocas las empresas que se han dado cuenta de que la sociedad reclama algo más de las marcas. El caso de Dove es un ejemplo de un buen encauzamiento de la estrategia de comunicación.
Una y otra vez Dove nos sorprende gratamente con su publicidad. Sus campañas sociales se han convertido en gritos en pro de la belleza real y llevan desde el 2004 en esta línea. Inteligentemente han ocupado un vacío dentro del sector de cosmética y perfumería en el que otras marcas centraban su comunicación en factores más cercanos a la atracción sexual y/o la seducción.
Dove supo adaptarse y dar un giro completo a esa comunicación, reconduciendo sus campañas hacia la importancia de sentirse bien con una misma. Su papel en la sociedad ha sido fundamental junto a otras asociaciones para plantear el debate de la belleza artificial en publicidad. Llamamos belleza artificial a la comunicación a través de la imagen retocada de las modelos para incentivar y connotar ciertos atributos al producto para incrementar las ventas.
El discurso con el que Dove acompaña su comunicación, insufla un aire nuevo a la transformada belleza actual y este tipo de discurso ha calado gratamente en la sociedad.
Esta nueva campaña de Dove, como no podía ser de otra forma, sigue manteniendo esa línea. A través de una cámara oculta podemos ver como las mujeres eligen entre dos opciones marcadas por dos carteles, en el que se elige si te sientes Guapa o una mujer dentro de la media. Interesante propuesta para hacernos ver que la belleza no es solo un físico, sino más bien un estado de ánimo y de autoestima. Los videos publicitarios de Dove siguen esta línea de filosofía corporativa, y es de agradecer que se vean gestos así en la publicidad empresarial.