Neuromarketing: El futuro del marketing
Neuromarketing es el tema que nos toca hoy, porque ya sabéis que poco a poco nos vamos adentrando en diferentes técnicas de marketing que son utilizadas en publicidad para intentar ser más eficientes a la hora de comunicar. No, no voy a decir vender, porque el que piense que la publicidad «solo» consiste en vender, se equivoca.
Hoy mi buen amigo Fran Climent nos va a hablar de neuromarketing. Él al igual que yo es licenciado en publicidad y ha desarrollado su profesión de publicista en diferentes empresas como Energy Sistem, Kelme o Mondraker. No quiero dilatar más la presentación y prefiero que leáis su artículo.
¿Qué es el neuromarketing?
El neuromarketing es una conjunción de técnicas científicas en función del marketing. La aplicación de las diferentes técnicas de la neurociencia al marketing para comprender mejor los estimulos del consumidor respecto a nuestros productos, con el objetivo de maximizar la eficacia comunicativa y comportamental hacia este.
Los 3 Sombreros de copa: Marketing, Ciencia y Big Data.
¡¡3.000!! …
Esos son los impactos publicitarios que recibimos al día cada individuo según menciona la revista pseudocientífica Muy Interesante en un artículo del 2015. Imagínense, por si no lo habían cuantificado, la soberana saturación a la que llegamos y, por ende, casi absoluto “pasotismo” sistemático.
¡¡88,4% VS 64,8%!! …
O lo que es lo mismo, la Televisión penetra un 23,6% más en el cerebrito de cada uno de nosotros/as que Internet a tenor de lo descrito en los resultados de la última oleada del EGM del 2º Año Móvil del 2015. Información accesible a todos.
Ante este panorama uno, el profesional con más o menos éxito, se muestra escéptico en el descubrimiento de la fórmula mágica del engagement, la del sabor de la Coca Cola, que aún no está clara.
La Creatividad enarbolada por los semidioses Creativos y su expresión plástica en los Directores de Arte pelean por el cáliz de la originalidad perpetua: una veces basada en humor, otras en el miedo, otras en comparativas y metáforas varias.
Un grupo selecto que dan forma a los datos que arrojan las investigaciones de mercado, a las directrices del plan del marketing, los ejes de comunicación y, finalmente, las tácticas. Un sinfín de engranajes con una misma finalidad: la venta.
Desgraciadamente, la mayoría de las campañas pasarán desapercibidas en un elevado porcentaje. Un ROI bajo que dará al traste con las negociaciones previas llevadas a cabo con el CEO de turno al que asegurábamos un éxito rotundo en ventas o, por lo menos, en Branding.
¡Ya está bien! Buscando a Nemo en la jungla del Big Data
Mientras los medios sí poseen variables de medición y literatura para llenar estanterías, la Creatividad, el producto de éxito rotundo que acogerá el target con los brazos abiertos o ese WOW Effect que persiguen las marcas, no encuentra su Norte…
¿qué hacer para dar con el tan deseado EUREKA? andamos perdidos… ¿quizá?
Las empresas con mayor tradición global en marketing o lo que es lo mismo, las que tienen más presupuesto (FMCG, retail, etc) e indagan en la manera más eficaz de escudriñar la ingente cantidad de datos arrojados por sistemas de Monitorización de Marca, Analytics, Paneles,
Encuestas, Focus Group, Tests de webs, Shares, Ratios, y un muy largo etcétera. Muchos números e información que induce al necesario manejo del Big Data que arrojará luz sobre la campaña más efectiva antes y después de su lanzamiento. Volveremos más tarde con ello.
Es en esta mezcolanza de conceptos que no evita el que a día de hoy hablemos de publicidad ineficaz, saturación o productos nada resolutivos es donde surge la necesidad de un sistema de investigación más directa que responda a cómo actuamos.
Cómo el consumidor reacciona ante determinados estímulos como pudiera ser la exposición a una u otra gráfica publicitaria, spot, cuña, web, film o en el manejo de un producto nuevo antes de llevarlo a cabo.
Imaginemos la cantidad de dinero que puede ahorrar a una marca el saber cómo reacciona el cerebro de su target ante lo que considera su Big Idea antes de lanzar su nuevo producto en masa o campaña de marketing.
La supuesta solución por la que pelean y argumentan autores como Martin Lindström en libros del estilo de “Buyology: verdades y mentiras de por qué compramos” apoya la tesis del antes y después de los estudios de Neurología aplicados al marketing (Neuromarketing).
Un cambio de estadio que traslada la subjetividad que en realidad envuelve al total de los estudios cuantitativos como las encuestas a la absoluta verdad de los estudios con tomógrafos (FMRI del Neuromarketing, entre otras muchas técnicas)
Un paso hacia el certero camino de saber lo que realmente aceptará el cerebro de nuestro consumidor. Algo casi milagroso.
Innumerables detractores cuestionan el Neuromarketing debido a razones éticas basadas en la conversión de un marketing intuitivo en muchos casos a uno científico: eficaz. Muchas de nuestras abuelas siempre nos decían que “para gustos, los colores”.
Sin duda, el poder crear productos, estrategias y mensajes que ofrezca justo aquello que a ciencia cierta gustará al consumidor, asusta. ¿Ahora sí podremos hablar de manipulación?
Toc-toc-toc-toc – aporreaba la puerta de manera insistente Mr. Analítico –
Las marcas hoy más que nunca no necesitan de abruptas cantidades de datos descontrolados, sino saberlos interpretar.
El CEO que aún para muchas empresas es el Hércules o Semi Dios que “todo lo sabe”, deberá, sin lugar a dudas contar con marketeros analíticos. El perfil de un profesional que sepa interpretar los datos y convertirlos en soluciones plausibles para la marca, sencillos de entender y que vislumbren un mapa de ruta claro y conciso.
Mr. Analítico ataviado con 3 Sombreros de Copa llama a la puerta para entrar y no irse nunca.